Nefritis intersticial aguda secundaria a enfermedad ateroembólica renal como imitador de vasculitis ANCA

Resumen

Introducción: La enfermedad ateroembólica renal es una causa infrecuente de lesión renal aguda (LRA) que ocurre por obstrucción de las arterias renales por cristales de colesterol. Es una enfermedad multisistémica que afecta riñones, piel, sistema gastrointestinal y cerebro; cursa con livedo reticularis, púrpura, nódulos, síndrome de dedo azul, isquemia, LRA e hipertensión arterial no controlada junto con anemia, trombocitopenia, eosinofilia,  elevación de marcadores inflamatorios, proteinuria y eosinofiluria; en algunos casos, se ha reportado la presencia de anticuerpos contra el citoplasma de los neutrófilos (ANCA); todo lo anterior lleva a que se presente como un imitador de vasculitis ANCA

Descripción del caso: Un hombre de 66 años con antecedentes de tabaquismo, hipertensión arterial, prediabetes, obesidad, osteoartritis de rodilla, dislipidemia, nefrolitiasis y enfermedad renal crónica, presentó un deterioro de la función renal un mes después de la corrección de un aneurisma de aorta abdominal con stent graft. Durante el procedimiento, se observó ateromatosis compleja de la aorta y desarrolló síndrome de dedo azul en el postoperatorio. Al ingreso, el paciente estaba hipertenso y había perdido 10 kg de peso en el último mes de manera no intencionada. En el examen físico, se observó una coloración violácea en varios dedos de los pies y livedo reticularis. Se inició el abordaje diagnóstico de una enfermedad renal aguda; la ecografía renal no mostró anormalidades y el citoquímico de orina mostró proteinuria. Los paraclínicos revelaron la positividad de los ANCA medidos por ELISA y eosinofilia periférica. Se realizó una biopsia renal que reportó nefritis intersticial aguda, interpretada en el contexto clínico como secundaria a ateroembolia renal. Esta condición explicaría la positividad de los ANCA, la eosinofilia periférica, los hallazgos cutáneos y los hallazgos histológicos. Finalmente, el paciente recibió tratamiento inmunosupresor lo que mejoró la función renal. Hasta el momento, el paciente ha tenido una evolución adecuada.

Discusión: La enfermedad ateroembólica renal, que ocurre en pacientes con aterosclerosis sistémica puede afectar la función renal de manera aguda, subaguda o crónica. Esta enfermedad puede imitar una vasculitis de pequeño vaso, con manifestaciones clínicas y hallazgos de laboratorio similares. Se han descrito varios casos en la literatura de pacientes que desarrollan un síndrome de embolia de colesterol secundario a procedimientos arteriales o de manera espontánea con positividad de los ANCA y manifestaciones clínicas sistémicas. Estos casos destacan la complejidad del diagnóstico y manejo de la enfermedad ateroembólica renal, y la necesidad de considerarla en el diagnóstico diferencial de las vasculitis de pequeño vaso.

Conclusión: En este caso, las manifestaciones clínicas, los hallazgos de laboratorio y positividad de los ANCA sugerían una vasculitis. Sin embargo, la biopsia renal mostró ausencia de hallazgos típicos de vasculitis y signos de nefritis intersticial aguda. Además, el cuadro clínico y el antecedente de reparación de un aneurisma de aorta abdominal apoyaron el diagnóstico de enfermedad ateroembólica renal. Esta enfermedad puede imitar una vasculitis ANCA, lo que destaca la importancia de un diagnóstico diferencial cuidadoso.