Trabajos Originales
Dr. Francisco E. López A: Jefe Servicio de Hospitalización Juan XXIII: Dr. Alejandro Ríos G: Director de Laboratorio de Medicina Nuclear: Dres. Juan E. Mesa. Diego Velásquez M. Alvaro Escobar F. Eduardo Escorcia R: Cardiólogos. Hemodinamistas:, Dr. Juan Luis Londoño B: Laboratorio de Medicina Nuclear; Srs. Carlos Ríos G. Fredy Mauricio Salinas. Diana Arbeláez. Blanca Margarita García: Técnicos en Radiología. Centro Cardiovascular Colombiano. Clínica Santa María. Medellín.
Objetivos: evaluar cambios en la función sistodiastólica ventricular izquierda (VI) por ventriculografía de radionúclidos antes y después de valvuloplastia mitral percutánea (VMP) con balón de Inoue, en pacientes con estenosis mitral (EM) reumática aislada sintomáticos.
Métodos: estudio prospectivo
de una serie de 18 pacientes
referidos al Centro
Cardiovascular Colombiano,
Clínica Santa María, para
VMP. Antes y después de cada
procedimiento se realizaron
ecocardiografías transtorácica
y transesofágica, y medición de
parámetros hemodinámicos
por técnicas de cateterismo
cardíaco y medicina nuclear.
Resultados: dieciocho
pacientes, 16 (89%) mujeres y
dos (11%) hombres, edad 34 ±
9 años. El área del orificio
valvular mitral (Gorlin),
seguida de valvuloplastia,
aumentó de 1,07 ± 0,3 a 2,7 ±
0,4 cm2 (p<0,0001) y al mes 17
pacientes (94%) estaban en
clase funcional I y uno (6%) en
clase funcional II. No se
observaron alteraciones
significativas en los índices de
volumen diastólico final,
(IDVF) de volumen sistólico
final (IVSF) de volumen latido
(IVL), fracción de expulsión
(FE) o índice cardíaco del VI
inmediatamente y al mes de
VMP. La tasa de llenado pico
(TLLP) derivada de la curva
de tiempo-actividad
incrementó de 1,8 ± 0,3 a 2,09
± 0,4 y 2,14 ± 0,4 VDF/seg (p<0,01). Después de VMP, los
sujetos con FEV I disminuida
(≤ 0,5 n=7) comparados con los
de fracción normal (> 0,5,
n=ll) mostraron IVSF
mayores (43 ± 12 vs 28 ± 11
mL/m2, p< 0,02), menores
TLLP (1,6 ± 0,2 VS 1,9 ± 0,3
VDF/seg, p<0,04) y fueron más
jóvenes (28 ± 5 vs 38 ± 8 años,
p<0,007). Al mes de VMP estos
pacientes mejoraron el IVL. y la FE (36 ± 13 a 48 ± 9 mL/m2,
p<0,05 y de 0,44 (0,05 a 0,52
(0,05, p<0,002), sin cambios
significativos en el IVDF y en
la frecuencia cardíaca.
Conclusiones: la FEVI es
anormal en muchos pacientes
con EM reumática severa y no
puede ser explicada por la
disminución en la precarga, la
cual no se halló alterada. La
VMP mejora el estado clínico,
la función diastólica de VI y el
deterioro en la FEVI.
La estenosis mitral (EM) reumática aislada representa una forma común de enfermedad cardíaca adquirida, que causa morbimortalidad importante y gran limitación funcional en un grupo de población en plena etapa productiva. Varios estudios previos han encontrado que entre 12 y 38% de los pacientes con EM reumática tienen fracción de expulsión (FE) ventricular izquierda (VI) menor o igual a 50%, medida por cineangiografía (1-4), o por ecocardiografía (5-7).
Aunque muchos investigadores
han reportado reducción de la
FEVI en un grupo de pacientes
con EM (1-3, 7-11), hay mucha
controversia sobre su etiología;
esta podría ser el resultado de
deterioro en el llenado diastólico
VI por precarga inadecuada (2,12-19), o debida a una anormalidad
intrínseca de la contracción
VI(1, 7, 8, 10, 11, 16, 20-
23) o por postcarga excesiva VI
(2, 8, 24).
La función del ventrículo izquierdo
después de VMP puede
mejorar (12, 25) o permanecer
sin cambios significativos (24,
26). Son contradictorios los resultados
reportados con respecto
al aumento en el volumen del
VI después del procedimiento;
varios investigadores (12,13,26)
reportaron aumento en la
precarga y otros (25, 27-29) no
lograron documentarlo.
Muy escasos estudios han
involucrado la medicina nuclear
en la evaluación de la función VI
en pacientes con EM antes y después
de comisurotomía abierta o
percutánea (31, 32). En la actualidad
disponemos de técnicas no
geométricas (33-37) para evaluar
los volúmenes ventriculares izquierdos
y la FE; recientemente
Massardo y cols (34) describieron
un método de evaluación que
no requiere corrección de la atenuación
ni toma de muestra sanguínea,
que simplifica sustancialmente
el análisis volumétrico.
La detección manual del borde
del VI, en el método de Massardo,
es superior a los métodos automáticos
(38) y mostró mejor correlación
con las técnicas de
angiocardiografía de contraste,
logrando plena validación (34,
38). La ventriculografía de
radionúclidos permite evaluar la
función diastólica del VI (33, 35,
39, 40); la tasa de llenado pico
(TLLP), como parámetro de función
diastólica, valora la fase de
llenado rápido VI y ayuda en la
evaluación de los efectos de la
VMP (31).
El objetivo general de este estudio
es evaluar la función ventricular
izquierda sistodiastólica
en pacientes con EM reumática
aislada, empleando técnicas
de medicina nuclear. Los objetivos específicos son: evaluar
la precarga ventricular izquierda
en pacientes con EM
antes y después de VMP; comparar
las FEVI, los índices de
volumen latido y los índices cardíacos pre y post VMP; analizar
las resistencias vasculares
sistémicas obtenidas en el laboratorio
de hemodinámica antes
e inmediatamente después
de VMP; y examinar subgrupos
de pacientes con o sin FVI deprimida
y establecer si existen
diferencias hemodinámicas entre
ellos.
Pacientes
El presente estudio se realizó en
18 pacientes con EM reumática
aislada en ritmo sinusal, sintomáicos,
a quienes se les realizó
VMP en el Centro Cardiovascular
Colombiano, Clínica
Cardiovascular Santa María de
Medellín, entre abril de 1994 y
abril de 1995, previo consentimiento
escrito. Los criterios de
inclusión fueron: 1) No visualización
de trombos en aurícula
ni orejuela izquierda por ecocardiografía
transesofágica; 2)
Indice morfológico de Wilkins
menor o igual a ocho; 3) ausencia
de insuficiencia mitral significativa antes y después de VMP
según parámetros ya definidos
(41); 4) No insuficiencia o
estenosis aórtica importante (II /
IV); 5) Ausencia de otras enfermedades
cardíacas conocidas (enfermedad coronaria, cirugía
cardíaca, hipertensión arterial,
enfermedades del pericardio,
otras cardiopatías diferentes a la
patología valvular reumática); 6)
No cortocircuitos auriculares
significativos (QP/QS > 1,5); 7)
No consumo de drogas que afecten
la función ventricular izquierda
y las RVS 10 días antes
de la VMP y de la ventriculografía isotópica en equilibrio;
8) Incremento en el área
valvular mayor de 0,5 cm2 o
mayor de 50% o área final mayor
de 1,5 cm2 (24, 42). Los
pacientes fueron asignados en
forma arbitraria al grupo I (FE > 0,5) o al grupo II (FE < 0,5).
El área de superficie corporal
no varió entre los dos grupos.
Ecocardiografia
A cada uno de los pacientes se le
realizó una ecocardiografía
transtorácica y transesofágica antes
del procedimiento y durante
la primera semana después de él.
Se utilizó un equipo marca
Hewlett Packard conus 1.500 con
su respectiva sonda de ecocardiografía
transesofágica biplanar.
Se evaluaron la presencia o no de
trombos en aurícula izquierda y
orejuela, las características
morfológicas del aparato valvular
mitral, el grado de insuficiencia
mitral (41 ) y la ocurrencia de otras
patologías valvulares.
Cateterización cardíaca y
valvuloplastia mitral
percutánea
Los pacientes fueron sedados
con nalbufine y midazolan
intravenosos. La cateterización
fue realizada por vía femoral.
Las presiones cardíacas del lado
izquierdo y derecho, la presión
en arteria pulmonar, el gradiente
valvular mitral y el gasto cardíaco
fueron medidos antes e inmediatamente
después de VMP. La
medición del gasto cardíaco fue
realizada por termodilución,
promediando tres valores, y el área del orificio valvular mitral
fue determinada por la fórmula
de Gorlin (43). El gradiente de
presión transvalvular fue analizado
de cinco latidos consecutivos.
La VMP transeptal fue efectuada
con balón de Inoue siguiendo
los delineamientos descritos
por otros autores (12. 26,
29, 30, 43, 44). Inmediatamente
después del procedimiento se
realizó una carrera de oximetría.
Fue usado en todos los pacientes
medio de contraste iónico en
cantidad no superior a 100 cc.
Ventriculografia
por medicina nuclear
A cada sujeto se le realizaron
tres ventriculografías de
radionúclidos, una previa y dos
posteriores (en las primeras cuatro
horas y al mes) a la VMP. Se
utilizó la técnica de marcación
de glóbulos rojos en vivo, mediante
una inyección de 1,2 a
1,6 mg de cloruro de pirofosfato
estañoso, seguida 15 a 20 minutos
más tarde por 25 a 30 mci de tecnecio 99m (Tc 99m). Se consideró
una buena imagen, aquella
proyección en oblicua anterior
izquierda, con angulación
caudal de 0 a 10 grados, que
mejor separó los dos ventrículos.
Las fracciones de expulsión y
las tasas de llenado pico ventriculares
izquierdas fueron derivadas
de la curva de tiempo actividad
siguiendo técnicas y
algoritmos plenamente validados
(33, 35, 39, 40, 45). Los volúmenes
ventriculares se calcularon
por el método no geométrico
descrito por Massardo y cols
(34), validado por angiografía de
contraste (34, 38), el cual utiliza
la región de interés del VI en
diástole dibujada manualmente
y sin filtrar para el cálculo del
número total de cuentas en la
cavidad ventricular izquierda.
Los autores desarrollaron una
ecuación que relaciona el volumen
total de la cavidad ventricular
izquierda (Vt), con el área
de un "pixel" (M) y la relación
(R) entre el número de cuentas
totales dentro del VI y las cuentas
del "pixel" más caliente de
esta cavidad ventricular, de tal
manera que el Vt = 1,38 M3 R2/3.
El volumen sistólico final se calculó,
derivándolo de la fracción
de expulsión (FE) y el volumen
diastólico final obtenido de la
ecuación anterior. El gasto cardíaco
se obtuvo del volumen latido
derivado de la FE, multiplicado
por la frecuencia cardíaca
del paciente. Los respectivos índices
se calcularon dividiendo
los datos por la superficie corporal
del paciente.
Las ventriculografías fueron realizadas
en una gamma cámara
marca Elscint Apex 415, equipada
con un colimador multipropósito.
Los datos se adquirieron
en modo Byte usando 24 imágenes
por ciclo, matriz de 64 x
64 "pixeles", energía de 140 Kev
con ventana de ± 10%, "zoom" de 2, ventana de rechazo de latidos
de ± 10%, para la filtración
de arritmias y reconstrucción de
la curva de tiempo - actividad
hacia adelante y hacia atrás. La
adquisición fue parada por
saturación del "pixel" con promedio
de cuentas totales de 5-7 x 106. El tamaño del "pixel"(M) en
el equipo es de 0,344cm.
Métodos estadísticos
Todos los datos son expresados
como promedios ± desviación
estándar. La comparación entre
dos promedios fue realizada por
la prueba t de Student. La prueba
Anova fue usada para la comparación
de más de dos promedios.
El análisis de regresión
linear fue utilizado para determinar
la correlación entre dos
variables hemodinámicas. Un
valor de probabilidad de 0,05 o
menos fue considerado estadísticamente
significativo. En el
análisis y procesamiento de los
datos se emplearon los programas
estadísticos Epi-Info y Statgraphics, versiones cinco.
Resultados
Datos demográficos
De los 18 pacientes, 16 (89%)
fueron mujeres y dos (11%)
hombres, la edad promedio de
34 + 9 años (rango entre 22 y 50
años), con superficie corporal
media de 1,52 ± 0,12 m2.
Cambios hemodinámicos
por cateterización después
de VMP (Tabla 1)
La VMP causó un incremento
significativo en el área del orificio
valvular mitral. No hubo
cambios significativos en la presión
media de la arteria
pulmonar, el índice cardíaco (IC), las resistencias vasculares
sistémicas (RVS) y pulmonares
(RVP). La presión de cuña
pulmonar, la presión media de
la aurícula izquierda y el
gradiente medio diastólico transmitral disminuyeron significativamente.
Resultados hemodinámicos por
medicina nuclear después de
VMP (Tabla 2 y Figura 1 )
En el grupo total de pacientes no
se observaron cambios significativos
en los índices de volumen
diastólico final (IVDF) (74
± 22 a 76 + 17 y 81 ± 20 mL/m2,
p<0,6), índices de volumen
sistólico final (IVSF) (34 ± 13 a
34 (14 y 34 ± 13 mL/m2, p<0,l),
índices de volumen latido (IVL)
(40 ± 11 a 42 ± 11 y 47 ± 9 ml/ m2, p<0,1), FE (0,54 ± 0,09 a 0,57 (0,12 y 0,59 (0,08, ρ <0,3 ) e IC (3 ± 0,9 a 3.5 ± 1 y 3.2 ± 0,5 L/min/m2 , p< 0,2) del VI inmediatamente y al mes de VMP. La tasa de llenado pico (TLLP) derivada de la curva de tiempo actividad aumentó de 1.8 ± 0,3 a 2,09 ± 0,4 y 2,14 + 0,4 volúmenes diastólicos finales por segundo (VDF/seg, p<0,01) en las primeras horas, persistiendo un mes después del procedimiento (Figura 2). La frecuencia cardíaca (FC) aumentó en forma no significativa después de VM P (77 ± 12 vs 84 ± 14, p<0,1) y disminuyó al mes con respecto a la FC promedio inicial (77 ±1 2 Vs 69 (11, P<0,05).
Incidencia de fracción de expulsion ventricular izquierda (FEVI) disminuida
De los 18 sujetos con EM reumática sintomática, siete (39%), tuvieron FEVI ≤ 0,5, promedio de edad de 28 ± 5 años vs 38 ± 8 años en el grupo con FE normal (p = 0,007).
Características hemodinámicas por medicina nuclear según FEVI
(Tabla 3 y Figuras 3, 4 y 5). Antes de VMP los IVSFVI fueron más altos y las TLLP menores en el grupo II (FE ≤ 0,5) que en el grupo I (FE ≤0,5), los IC, IVL, IVDF y la FC fueron similares. Un mes después de VMP en el grupo II aumentaron significativamente los IVL (36 ± 13 a 48 + 9 mL/m2, p<0,05) y la FE sin llegar a normalizarse completamente (0,44 ± 0,05 a 0,52 (0,05, ρ < 0,002), los IVDF y las TLLP incrementaron en forma no significativa (79 ± 24 a 93 ± 17 mL/m2, p<0,2; 1,64 ± 0,2 a 1,9 ± 0,5 VDF/seg, ρ< 0,1) y los IVSF continuaron elevados. Al mes no se encontraron diferencias en los IC, IVL, FC, TLLP entre los dos grupos; sin embargo, los IVDFVI fueron significativamente mayores en el grupo II (93 ± 17 vs 73 18 mL/m2 en el grupo I, ρ < 0,02). No se observó correlación significativa entre los cambios en la FE y los IVDF (R = 0,18, ρ = NS) y entre FE e IVL (R = 0,37, ρ = NS).
Resistencias vasculares
sistémicas antes y después de
VMP
En el grupo total de sujetos (Tabla
1), las RVS basales no se
encontraron aumentadas ni se
modificaron en forma significativa
inmediatamente después de
VMP. Cuando se compararon los
pacientes con FEVI normal y
FEVI disminuida, (Tabla 4) el
comportamiento fue similar.
Cambios en la clase funcional
de la Asociación de Corazón de
Nueva York (Figura 6)
Antes de VMP, ocho pacientes estaban en clase II, siete en clase III y tres en clase IV; un mes después de VMP, 17 (94%) sujetos estaban en clase funcional I indicando alivio de sus síntomas y un paciente que estaba previamente en clase IV se encontraba en clase funcional II.
Función diastólica
en estenosis mitral
El funcionamiento diastólico
ventricular izquierdo normal es
definido como el llenado del VI
que puede producir un gasto cardíaco
igual a las necesidades del
cuerpo, mientras la presión de
cuña pulmonar permanece en
nivel normal (menor de 12mmHg) (46). El llenado del VI
en EM es complejo y dependiente
de la interacción entre la PAI,
la función valvular mitral, el
tiempo de llenado diastólico y la
función diastólica del VI (29).
Una de las etapas de la diástole
es la fase de llenado rápido que
puede ser evaluada en medicina nuclear por la medición de la
TLLP (46,47). Después de VMP
se puede esperar un incremento
en el llenado diastólico temprano,
que evidentemente ocurrió
en el presente estudio (como se
demostró por el aumento significativo
en la TLLP), en presencia
de disminución significativa
de la PAI, sin un cambio significativo
en el IVDFVI. Nakamura y cols (31) reportaron incremento
en la TLLP en pacientes con
EM y fibrilación auricular después
de VMP.
Los volúmenes de llenado VI
(IVDFVI) basales se encontraron
disminuidos en el presente
estudio, si se comparan con los
obtenidos en otras investigaciones
tanto en pacientes normales
como con EM (3, 8, 28, 43, 49).
El aumento de la TLLP y el mantenimiento
de éste un mes después
de VMP, sin incremento
significativo en el IVDFVI, no
apoyan la alteración en la
distensibilidad VI como resultado
de restricción funcional causada
por unión del VI a un aparato
valvular engrosado e inmóvil
que mejora con la VMP,
como lo proponen Liu y cols
(13). El grupo de pacientes estudiados
por ellos tuvo volúmenes
de llenado VI disminuidos con
respecto a controles normales y
aumentaron ignificativamente después de VMP. Harrison y cols
(29) encontraron que tanto la relajación
como la distensibilidad
del VI no son alteradas agudamente
por la VMP. Si aceptamos
que los dos determinantes
principales del llenado del VI
temprano son la PAI y la velocidad
de relajación del VI, sugerimos
que el aumento sostenido
de la TLLP después de VMP, a
pesar de una disminución significativa
en la PAI, es debido a
disminución en la restricción al
flujo sanguíneo (incremento del
área del orificio valvular mitral)
en presencia de una elajación VI normal. Estos hallazgos están
de acuerdo con el mejoramiento
en las determinaciones
hemodinámicas, con disminución
significativa en la presión
de cuña pulmonar y mejoría en
la clase funcional en condiciones
similares de carga de trabajo
después de VMP (28).
Incidencia de FEVI disminuida en pacientes con EM reumática aislada y aspectos fisiopatológicos
En este estudio, 39% de los pacientes
tuvo FEVI<0,50, cuantificada
por ventriculografía de
radionúclidos. El funcionamiento
ventricular izquierdo depende
de precarga, postcarga y estado
contráctil intrínseco. Las causas
de las anormalidades en la
FEVI en presencia de EM reumática
aislada son asuntos aún
no totalmente resueltos.
Precarga. En el presente estudio
la precarga basal fue normal.
La precarga (expresada
como el IVDFVI) ha sido encontrada
normal (10,24. 50, 51)
o aumentada (8, 11, 30, 52) en
pacientes con EM y FEVI deprimida.
La sobrecarga de presión
y volumen ventricular derecho
ha sido propuesta también como
mecanismo de alteración del llenado VI en EM (1, 16, 17, 19, 21, 53-55). Nosotros demostramos
por ventriculografía isotópica
en equilibrio, utilizando el
método no geométrico descrito
por Massardo y cols (34) que la
alteración en la FEVI en un grupo
de pacientes con EM reumática
no puede ser explicada por
disminución en la precarga VI
como ha sido señalado por otros
investigadores (2, 6,13,21,56).
El análisis de datos en sujetos
con FEVI deprimidas y en aquellos
con FE normales, no reveló
diferencias significativas en los
IVDFVI, antes e inmediatamente
después de VMP, a pesar de
incremento significativo en el
área del orificio valvular mitral.
Después de VMP varios autores
(12,13, 26) han reportado incrementos
en los IVDFVI y otros
no (25, 27-30).
Postcarga. Se ha propuesto que
la disminución en la FEVI en sujetos
con EM reumática aislada
sea explicada total o parcialmente
por aumento en la postcarga
causado por la reducción en el
engrosamiento de la pared VI al
final de la sístole (incremento en
el estrés sistólico final de pared
VI - SSFPVI -) y/o elevación en
las RVS (2, 8,24). En el presente
estudio las RVS no se encontraron
aumentadas; tampoco fueron
modificadas significativamente
por la VMP. En estas condiciones
los IVSFVI aumentados en
los pacientes con FEVI deprimidas,
no pueden ser explicados por
excesiva vasoconstricción
periférica. Nosotros no medimos
el SSFPVI.
Contractilidad. La contractilidad
intrínseca en EM reumática
aislada ha sido reportada como
normal (2, 13, 50) o reducida
(11, 52). Esta forma de disfunción
ventricular ha sido atribuida
a fibrosis del miocardio como
resultado de carditis reumática
(14, 15, 21, 22, 55, 57, 58),
engrosamiento y unión del aparato
subvalvular mitral a la pared
posterobasal, lo cual causa
disfunción miocárdica regional
sin implicar un factor miocárdico
(10,53,59) o eventos
embólicos a las arterias
coronarias que causen infartos
de miocardio (4). Algunos estudios
han reportado que los pacientes
con EM y FEVI disminuidas
tienen mayores IVSFVI
que los sujetos controles normales
(4, 8, 11, 23), estableciendo
una evidencia adicional
de disfunción contráctil del VI.
En la presente investigación la
no modificación aguda de las
RVS por la VMP, la persistencia
de IVSFVI elevados, la mejoría en la FEVI sin llegar a
normalizarse y el aumento en el
IVL un mes después del procedimiento,
sugieren indirectamente
disfunción contrátil del VI y/
o excesiva postcarga VI (medida
por el SSFPVI, que no fue
evaluado en este trabajo). Es probable
que la mejoría de la FEVI
deprimida sea debida al incremento
de la precarga del VI por
mecanismo compensatorio de
Frank-Starling estimulado por
disminución de la obstrucción
valvular mitral y algún grado de
incremento en la postcarga del
VI; aunque el incremento del
IVDFVI en el grupo de pacientes
con FE deprimida no fue
estadísticamente significativo,
ni se correlacionó con el aumento
en la FEVI, sí se observaron
diferencias estadísticamente
significativas entre los
dos grupos de pacientes (Figura
5) al mes del procedimiento.
Los datos sugieren que un grupo
de pacientes con EM desarrolla
secuelas severas de miocarditis
reumática, mientras otros cursan
con cambios residuales insignificantes.
Nosotros encontramos
que los sujetos con FEVI disminuida
son más jóvenes, hallazgo
que han sido corroborados por
otros estudios (20, 27) realizados
en países de condiciones similares
al nuestro, reafirmando
que el proceso de enfermedad
es más severo y acelerado.
Todo esto hace pensar que el
deterioro en la contractilidad es
un elemento importante en la reducción
de la función VI en un
grupo de pacientes con EM reumática
aislada.
Objetives: to evaluate the
changes in systolic and diastolic
left ventricular (LV) function
before and after percutaneous
Inoe balloon mitral valvoplasty
(PMV) in patients with isolated
symptomatic rheumatic mitral
stenosis (MS), using nuclear
medicine techniques.
Methods: this is a prospective
study of 18 patients referred to
the Centro Cardiovascular Colombiano,
Clínica Santa María.
Before and after each procedure
were performed transthoracic
and transesophageal echocardiographies
studies with measurement
of hemodynamic parameter
using cardiac catheterisation
and nucler medicine. The
inclusion criteria were stablished
by cardiac catheterisation and
echocardiographic data.
Results: a total of 16 (89%)
patients were women and2(ll%)
were men, the mean age was 34
± 9 years. The mitral valve area
orifice (Gorlin), following
valvoplasty, increased from 1,07
± 0,3 to 2,7 ± 0,4 cm2 (p<0.0001)
and a month later 17 patients
(94%) were in functional class I and in one (6%) II. No significant
change was observed in end -
diastolic volume indexes (EDVI)
(74 ± 22 to 76 ± 17 and 81 ± 20
mL/m2, p<0,6), end - systolic
volume (ESVI) ( 3 4 + 1 3 to 34 ±
14 and 34 + 13 mL/m2, p<0,l),
stroke volume (SVI) (40 ± 1 1 to
42 ± 1 1 and 47 ± 9 mL/m2, p<0.1),
ejection fraction (EF) (0,54 ± 0,09
to 0,57 ± 0,12 and 0,59 ± 0,08,
P<0,3) and cardiac index (3 + 0,9
to 3,5 + 1 and 3,2 + 0,5 1/min/m2,
p<0,2), in the LV inmediately and
a month later; the peak filling
rate (PFR) derivative of the time
activity curve increased from 1,8
± 0,3 to 2,09 + 0,4 and 2,14 ± 0,4
EDV/sec (p<0.01). After PVM,
the patients with depressed left
ventricular ejection fraction
(LVEF < 0,5 n=7) compared to
the normal ejection fraction (> 0,5, n = l l ) showed a great ESVI
(43 ± 12 VS 28 + 11 mL/m2, p< 0.02), a lower PFR (1,6 ± 0,2 vs
1,9 ± 0,3 EDV (sec, p<0.04) and
were younger (28 ± 5 vs 38 + 8
years, p<0.007). A month later,
these patients improved SVI and
EF (36 ± 13 to 48 ± 9 mL/m2,
p<0.05 and from 0,44 ± 0,05 to
0.52 ± 0,05, p<0.002), without
significant change in the EDVI
and cardiac frecuency.
Conclussions: the LVFE is
abnormal in many patients with
severe rheumatic MS and. can
not be explained by a decrease
in the LV preload, which was
not found disturbed in this study,
the PMV improvements the
clinical condition, LV diastolic
function and impairment in the
LVEF in patients with isolated
rheumatic MS
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